Reducir y/o eliminar el fenómeno negativo del littering es nuestra responsabilidad, pero es sobretodo una misión humana enriquecedora, que
nos ofrece experiencias satisfactorias y relevantes. Nos da la posibilidad de
conocer más a fondo nuestro territorio, manteniéndolo y admirándolo,
liberándolo de los escombros que, accidentalmente o por negligencia lo están contaminando, es un ejercicio que nos acerca a los parajes en los que
hemos crecido y a nuestro entorno.